¿Qué son las baldosas podotáctiles?
Aunque muchos no reconocen el nombre, seguramente las han visto en los bordes de los andenes de los trenes y de los subtes.
Su nombre indica su uso... "podo", viene de pie (como podólogo) y táctil, de tacto... por lo que su nombre incia qu son baldosas que se tocan con el pie. En inglés su nombre es más claro ya que se las conoces como "Tactile Walking Surface Indicators", aunque todos la llaman por sus siglas "TWSI".
En definitiva se tratan de un tipo de baldosa con características muy particulares prefabricadas que son parte de un sistema de comunicación de distintas situaciones urbanas. Con estas baldosas, las personas con discapacidad visual sienten en sus pies la presencia de estos sobrerrelieves (de aquí que son pododáctiles) aunque también lo pueden hacer con los bastones, si llevan alguno (blanco o verde). Algunos piensan que se trata de una superficie antideslizante, para evitar resbalones, como los mosaicos ranurados o las losetas texturadas. En función del sobrerrelieve que tenga la baldosa, es la indicación que le transmite al peatón. Por lo general hay dos tipos de Baldosas que se complementan :
La baldosa de Prevención (también llamada "no go"): la cual trata de una superficie formada por "domos" de 12 a 25 mm de diámetro y de 4 a 5 mm de alto. Anuncian un riesgo próximo, por ejemplo una escalera, el cruce de una calle o un cambio de dirección en la vereda. Esta superficie de botones o domos que hacen, a propósito, que se perciba la incomodidad cuando caminamos o nos paramos sobre ellas, tiene la intención de que nos demos cuenta que debemos alertarnos ya que algo cambia o sucede en dicha superficie pues la textura cambia, y nos hace prestar más atención a donde pisamos.
La baldosa de Guía (también llamada "go"): la cual trata de una superficie formada por cuatro molduras con forma de banda que se colocan en el sentido de la dirección, formando un "camino" físico fácilmente detectable con los pies y el bastón de los no videntes indicando una senda "segura" para el tránsito. Cuando las franjas están en el sentido transversal a la marcha, sirven para advertir sobre la presencia de algún elemento relevante. También resultan incómodas cuando se pisan, pero ayudan a todas las personas a encontrar el camino correcto para llegar a sus destinos.
Estas baldosas conforman un "lenguaje" internacional y por ello es que los fabricantes de las mismas sigan la normativa internacional para pisos podotáctiles, que es la ISO23599.
Dado que todas las personas sienten los domos en las suelas, también sirven de advertencia para quienes no tienen deficiencia visual pero que caminan distraídas leyendo el celular, mirando el paisaje o conversando con otra persona.
La idea de tener un piso táctil, fue del inventor japones Seiichi Miyake en 1965. Él buscaba que las personas con discapacidad visual puedan moverse con seguridad en la vía pública. Su creación se utilizó por primera vez en 1967, en una calle cercana a una escuela para niños ciegos en la ciudad de Okayama. Sin embargo, su uso fue popularizado en la década de los 70, por la empresa de ferrocarriles Japan Railway gracias a su instalación en plataformas de trenes. El sistema no se convirtió en un requisito común en el país hasta la década de 1990. En la actualidad casi todas las plataformas de los andenes modernos tienen este tipo de baldosas.
Muchos cuestionan el color, brillante (por lo general amarillo), ya que los ciegos no lo pueden ver. Pero el motivo de este color es para que el no tenga disminución visual, le deje el espacio al no vidente o el que tiene la visión disminuida las pueda vislumbrar, ya que el amarillo es el último color que el ojo humano deja de ver, por ello algunas personas que tienen visión residual pueden diferenciarlo. Existen baldosas podotáctiles de otros colores, que se pueden usar en interiores o exteriores. Lo único que pide la norma internacional es que se mantenga un elevado contraste de color con el resto del piso que lo rodea.
Además de los sentidos del tacto y de la visión, también tiene la intención de que sean detectadas por el oído. El material, tiene que ser tal, que cuando se golpean con el bastón deben hacer un ruido particular que las identifica. Por este motivo, es que su fabricación debe seguir la norma internacional.
Como vimos, este tipo de baldosas que cada vez es más común en edificios públicos, integra a las personas con disminuciones visuales pero también protege a los distraídos. Si en nuestra casa o departamento tenemos baldosas en la vereda, es una buena opción utilizarlos tanto las tipo guía para marcar la circulación segura como los de advertencia en la entrada de los estacionamientos. Este podría ser nuestro aporte a la seguridad pública, ya que la seguridad en la vía la hacemos entre todos.
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