Conducción con Humo

19.01.2023

El humo es el resultado de una combustión incompleta donde pequeñas partículas sólidas de entre 5 y 10 nanómetros quedan en suspensión en el aire. Para el tránsito, es un agente climático que ocasiona los accidentes que no solemos tener en cuenta por la poca frecuencia con la que nos ocurre.

Foto de Markus Spiske en Pexels
Foto de Markus Spiske en Pexels

Cuando el humo es muy fuerte pero muy lejano, puede ocurrir de manera general estando en las alturas y produciendo oscuridad. En este caso el paisaje se hace más impreciso, ya que pierde la variedad de colores, no se perciben con precisión los relieves y el panorama se achica por lo que la apreciación de las distancias y la velocidad se ve alterada por la falta de referencias. Además, la posibilidad de ver objetos a los lados o en el camino es tardía y la probabilidad de que algún animal se meta en la ruta es alta debido al fuego.

Pero también puede ocurrir a nivel de la calzada cuando la generación de humo se produce cerca de la misma y el viento lo desplaza antes de que se eleve. Dada la característica del humo, aumenta el peligro en el camino aún más que en el caso anterior. ya que las partículas suspendidas en el aire dificultan la visión nuestra y la de los demás. Por lo que no sólo hay que tener en cuenta que no podemos ver, sino también que los demás pueden no vernos. Recordemos que por la vista nos llega aproximadamente el 90% de la información y por lo tanto debemos ser muy cautos. Además de que las partículas en suspensión pueden tapar la visión, también pueden tapar el ingreso del aire al auto, saturando el filtro y apagando el motor. Sin embargo, puede ocurrir que partículas muy pequeñas, ingresen a los cilindros dañandolos, o que partículas muy calientes prendan fuego el filtro iniciando un incendio.

El consejo más importante que se puede dar en estos casos es tratar de evitarlo. Si cuando se transita por una ruta se advierte a la distancia una zona afectada por humo denso, hay que tratar de ubicar un parador, una estación de servicio o un camino lateral y salirse de la vía. En la medida de lo posible si ya sabemos que hay humo en el camino, entonces deberíamos salir cuando se dispersó. Esto nos va a ahorrar futuros dolores de cabeza. Recordemos que somos un actor más dentro del tránsito y por más que nosotros nos sintamos muy seguros en estas circunstancias, otro conductor puede hacernos pasar un mal trago.

Sin embargo, si al conducir nos encontramos dentro del humo debemos tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Hay que encender las luces bajas y las antiniebla (si posee) para ver y ser vistos. No debemos utilizar las luces intermitentes, ya que indican que estamos detenidos y confunden a otros conductores. Tampoco hay que encender las luces altas, porque nos podrían encandilar a nosotros mismos con el reflejo de las partículas y también a los demás. Parece una obviedad, pero hay que mantener el parabrisas limpio permanentemente, y para el caso del humo, es necesario tirar agua con el sapito que ayude al desplazamiento de las partículas con las escobillas. Aquí es donde debemos estar preparados teniendo el depósito de los sapitos con agua.

  • Hay que mantener el silencio en el habitáculo para poder escuchar algún impacto o algo que nos pueda alertar y así compensar un poco la falta de visión, para ello hay que apagar la radio y solicitar a los acompañantes deben mantener silencio. De todas maneras, los sonidos quedan amortiguados y cuesta mucho calcular bien la distancia.

  • Hay que cerrar las ventanillas y apagar la ventilación del auto, para minimizar el ingreso de partículas dentro del vehículo. Si esto sigue siendo alto, colocarse un barbijo, pañuelo o remera tapando boca y nariz.

  • Hay que tener en cuenta que los ojos pueden llegar a irritarse por la fijeza con que se va mirando unos metros delante del vehículo. Para ello, es bueno ser consciente de pestañear cada tanto o tener un pañuelo o la propia franela (limpia) que nos limpie los ojos.

  • Hay que bajar la velocidad aumentando la distancia precautoria (4 segundos) durante la conducción, porque aumenta nuestro tiempo de reacción para interpretar lo sucedido pasando desde una reacción simple a una reacción compleja un poco discriminatoria siendo esta reacción 1 segundo más lenta. Si vemos lo que se conoce como un "sargento" que es la señalización horizontal de una V invertida, entonces la velocidad debe ser menor a 40 km/h, si vemos dos entonces podremos manejar hasta 60 km/h. Pero si no hay demarcación horizontal, dependiendo de la densidad del humo, la velocidad deberíamos bajarla al mínimo permitido por la vía (que suele ser la mitad del máximo).

  • Hay que mantener un manejo regular, evitando maniobras bruscas en las que podemos asustar a otro conductor y provocar su choque. Tenemos que mentalizarnos para no sobrepasar y estar preparados para poder parar si el vehículo que nos antecede lo hace.

  • Hay que saber la dirección del carril, guiándonos con la línea de circulación, si no llegamos a verla, deberíamos buscar un lugar para detenernos. Para ello, debemos hacerlo, como dijimos al principio, en un lugar seguro como una estación de peaje, de servicio o lo que encuentre más cercano, De esta manera estará seguro de otro vehículo que conduce a ciegas y produce un impacto en cadena. Si no encuentra un lugar seguro, detenga el auto lejos de la calzada (incluso lejos de la banquina) dejando las luces intermitentes prendidas. De esta manera evitarás que los vehículos que se tiren a la banquina para evitar colisionar, impacten contigo. 


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