El semáforo y su historia

02.08.2022

Aunque a muchos nos cueste creerlo, el semáforo se ideó antes de que el auto transite de manera numerosa por las calles de la ciudad. Tampoco fue un invento original, sino que se trasladó las señales de paso de los trenes a las calles. A pesar de esto, el semáforo es un elemento presente en todas los países, colocados con el fin de regular el tránsito que sigue evolucionando hasta nuestros días.

En 1865 debido al creciente peligro de los peatones de la ciudad de Londres por el aumento de la cantidad de carruajes tirados por caballos, el ingeniero ferroviario John Peake Knight, le propone al Comisionado de la Policía Metropolitana la idea de utilizar el mismo sistema de señalización vertical ferroviaria que utilizan los trenes pero en las calles de la ciudad. Este sistema de semáforo constaba de un cartel metálico rectangular que al estar en sentido horizontal avisa que no se puede pasar y al bajarse y estar con un ángulo para abajo indicaba que se podía pasar. Para cuando los carteles no se observaran, durante la noche, tenían una luz que indica que la señal de prohibición del paso está levantada o baja. Como todavía no estaba difundida la electricidad en las calles (recordemos que estaba pensado para los carruajes), las lámparas eran a gas. El sistema constaba de una llama de gas prendida con los cristales rojos y verdes que rotaban cuando se levantaban y bajaban los carteles. El rojo indicaba que el cartel estaba levantado y el verde, abajo. Estos semáforos debían ser operados por un agente que medía el tiempo para el cambio de señal. La idea fue bien recibida, pero tardaron tres años en poder implementarla. Así fue que el 9 de diciembre de 1868, se instalaron frente al Parlamento de Westminster, en el cruce de Bridge Street y Great George Street, los primeros semáforos. El uso impactó en todo el mundo, quizás no tanto por el dispositivo en sí, sino por ser el primer intento de ordenar el tránsito y dejar asentado que los peatones estaban vulnerables en la vía.

Sin embargo, al mes de su inauguración una fuga de gas en su cañería, acumuló gas en el interior del semáforo que terminó explotando en la cara del agente que lo operaba. El accidente fue tan dramático que se suspendió su uso y en Londres se olvidaron del tema por varios años.

A pesar de esto, su recuerdo quedó en la cabeza de muchas personas y por ello 42 años más tarde, ahora sí impulsado por el crecimiento de los autos urbanos debido a la popularidad del Ford "T" en 1908, que propició que en 1910, Ernest Sirrine cambio el sistema para que los carteles tengas escrito stop (pare) y al activar para que bajen sube otro que indica proceed (continúe). Dado el accidente anterior... no tenían lámparas a gas.

Pero dos años más tarde, en 1912, Lester Farnsworth Wire (un policía de Salt Lake City) volvió al sistema anterior pero lo desarrolló con luces eléctricas y un zumbador que indicaba que estaba por cambiar de estado. Este semáforo se instaló en 1914 en la encrucijada de la avenida Euclid y la calle 105 Este de Cleveland, Estados Unidos, por la Compañía Americana de Señales de Tránsito (American Traffic Signal Company). Por este motivo, se considera el 5 de agosto como el día mundial del semáforo.

En 1917, en San Francisco, California, William Ghiglieri patentó el primer semáforo automático que utilizaba las luces eléctricas e incluía un modo manual. Luego, William Potts, un policía de Detroit, agrega la luz amarilla permitiendo las tres etapas que tiene el semáforo actual advirtiendo el cambio de luz. Este semáforo se instaló en la encrucijada de la avenida Woodward y la avenida Michigan en octubre de 1920.

Pero en 1923, Garret Augustus Morgan fue el primero en patentar el semáforo con tres luces muy distinto al actual dado que tenía las tres luces con cartel tipo backlight iluminando las palabras por detrás y dos brazos horizontales formando una T. Los tres estados eran go (siga), stop (pare) y un tercer estado donde ninguno circulaba para que los peatones crucen en forma segura. Morgan, fue unos de los primeros afroamericanos en comprar un automóvil en Cleveland y experimentó una colisión con un carruaje en una encrucijada de la ciudad que lo llevó a mejorar el semáforo y patentarlo para comercializarlo. Le dieron la patente el 20 de noviembre de 1923 y luego obtuvo la patente en Gran Bretaña y Canadá. Este sistema estuvo en uso por todo EEUU hasta que se cambiaron por el sistema automático actual de tres colores. Los derechos de la patente la vendió a General Electric por 40.000 dólares (hoy serían medio millón).

En 1929, luego de 61 años de aquel accidente del primer semáforo volvieron pero con energía eléctrica en Londres y se convirtieron en algo común en sus calles.

En 1936, Charles Marshall, Australiano, creó el Marshalite, una señal rotatoria que permitía indicar en un dial el tiempo faltante para el cambio de estado del semáforo. El dial tenía secciones de colores que indicaba en qué momento de la fase del semáforo se encontraba. El primer modelo se instaló en 1937 en la esquina de Gertrude y Brunswick.

Debido a que los semáforos estaban orientados directamente hacia los vehículos que circulaban por la calzada, los peatones podían cruzar los semáforos sin darse cuenta si las indicaciones lo permitían y por ese motivo, 24 años después en 1961 se incorpora el semáforo específico que regulaba el paso de los peatones indicándoles su momento para cruzar la calzada y la advertencia de su próximo cambio.


Como hemos visto, debido a la causa de colisiones en los cruces, incluso cuando se conducían carros tirados por caballos, es que surge la necesidad del semáforo con el fin de evitarlos. Sin embargo, el paso de rojo a verde sigue trayendo problemas incluso con la instauración de la luz amarilla. La próxima vez que veas un semáforo, recuerda que su función principal es la de evitar un accidente en el cruce de calles y por ese motivo, trata de no pasarlo cuando esté cambiando la señal, sino que si ves la luz amarilla empieza a frenar y espera el otro verde. Recuerda que es preferible esperar cinco minutos que sufrir un hecho vial.

Nicolas Brunori, Calle Gral. A. Tiscornia 144 piso 1° dpto. "C", S.C. Bariloche, Rio Negro, Argentina, (+54) 9294 462 8006
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